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¿Deben comprar obra los museos para ayudar en épocas de crisis?

- El caso del Museo Pérez de Miami. En mayo de 2020, durante la pandemia, el Museo Pérez de Miami (PAMM) adquirió 8 obras porque "Como la principal institución de arte de Miami, PAMM debe hacer lo que podamos para iluminar la vibrante comunidad multicultural de artistas y galerías de la ciudad que han sido duramente golpeados por la crisis actual". El criterio fundamental es que sean "de aquí". Que sean, dice PAMM, "artistas representados por galerías con sede en Miami". Esto de las compras de museos suena muy bien, pero en realidad es mucho más complicado de lo que parece.  Es que estamos hablando de un museo, que conserva esas obras en principio para siempre. ¿Y resulta que justamente en mayo de 2020 hay ocho obras que merecen conservarse para siempre? Si esto hubiera pasado hace dos años, ¿también las hubiera habido? Y si vuelve a pasar en mayo del año que viene, ¿también las habrá? ¿Y todo para llevarlas a los almacenes? Y ya si aplicamos criterios

Documentación e imágenes de la Exposición de 1925.

 - Folleto - programa de la Exposición Internacional de Artes Decorativas e Industriales de París de 1925. Enlace al documento (castellano.) - Libro "La Manufacture Royale de Porcelaines de Copenhague a l'Exposition Internationales des Arts Decoratifs et Industriels Modernes Paris 1925". Detalla el pabellón Manufacture Royale de Porcelaines de Copenhague; enlace.   - Imágenes de los pabellones de la Exposición Internacional de Artes Decorativas e Industriales de París de 1925. Proceden de una colección de tarjetas postales que muestran algunos de los pabellones (enlace si no se carga la presentación).

La Exposición de Artes Decorativas e Industrias Modernas de París de 1925.

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Supongamos que leemos: "Cambia la sensibilidad en esta época. Temas que antes no llegaban aparecen ahora en el lienzo. Se pintan una simple calle de un pueblo o gente en la taberna. Lo cotidiano, lo popular, se eleva a la categoría de arte". Puede ser completamente cierto que antes no se pintaban calles y tabernas. Pero puede ser rotundamente falso que haya habido cambio se sensibilidad alguno. Imaginemos que nos tenemos que fabricar los materiales. Podemos tener que esperar meses a que se produzca la floración de la planta que necesitamos. Tendremos andar kilómetros para recogerla. Tampoco será sencillo convertir troncos de árboles en tablas en las que pintar. Y así durante todo el proceso. Naturalmente, estos esfuerzos, de semanas o meses, no pueden malgastarse. Pensaremos muy bien qué se hace con todos esos materiales tan trabajosamente conseguidos. Ahora pasemos a la situación actual. Para hacer un cuadro, basta entrar en una tienda y cinco minutos después salimos c